miércoles, 10 de octubre de 2012

AUTORES

 
DURERO ALBERTO

El Caballero, la Muerte y el Diablo
Se puede apreciar este grabado alude la virtud moral. Ilustra la vida del cristiano esbozando una imagen perfecta del soldado de Cristo, con un aspecto monumental y lleno de la armonía.
Representa a un caballero cristiano opuesto a un mundo hostil. Como se puede observar el fondo está compuesto por rocas y árboles desnudos. A lo lejos, hay un castillo, que es la meta del caballero: la virtud inexpugnable. Durante el camino aparece la Muerte a caballo, que es un cadáver en descomposición, sin mejillas, nariz ni labios y el cuello rodeado de serpientes. Se acerca al caballero y trata de espantarlo mostrándole su reloj. Mientras tanto, un horrible Diablo le sonríe por detrás del caballo.El caballero es viril, fuerte y está sereno. A caballo, recorre el camino de la virtud, que es arduo y lúgubre e intenta vencer los peligros y las tentaciones que le acechan.

Melancolía
En esta obra, Durero intelectualiza la Melancolía y la asocia al Arte. Su ejecución es meticulosa y está sobrecargada de significados. Sintetiza las características del artista como genio, atormentado por la creatividad, sometido a sus impulsos, huraño y solitario. Es la representación de la virtud intelectual. Es una mujer hermosa  sentada en un banco de piedra y está acompañada por un ángel tristón y un perro a sus pies. Su aspecto es descuidado y su cabello está despeinado. Está absorta, pero no en un trabajo, sino en un estado de inactividad completa, con la cabeza apoyada en el puño. Está sumida en una intensa actividad intelectual. No continúa con su trabajo por pereza, sino porque le parece que no tiene sentido. A su alrededor aparecen objetos desordenados.

Adoración del Niño (1496-97)
Durero realizó esta obra al de llegar de Italia y pone de manifiesto todo lo aprendido, presenta a una Virgen monumental, casi escultórica. La construcción espacial de la sala también sigue las teorías de la perspectiva de los italianos, aunque se observan algunos detalles alemanes, como el paisaje de Nüremberg que se ve a través de la ventana.

GRUNEWALD MATIAS
Escarnio de Cristo
Es una de sus primeras obras realizada hacia el año 1503 es la más antigua cuya autoría no es controvertida.  Este cuadro domina la fuerza de las emociones esta escena tiene un dramatismo hasta entonces inédito ya que los rostros de los verdugos sólo expresan brutalidad de modo casi caricaturesco con lo que se recuerda a obras del Bosco como Cristo con la cruz a cuestas y a los estudios fisonómicos de Leonardo (Cabezas grotescas).
Retablo de Isenheim
Está esta considerada como una de las mejores obras de dos grandes maestros de la época: el pintor alemán Grünewald por los paneles pintados (1512-1516) y Nicolas de Haguenau para la parte esculpida (1500). Esta es la obra maestra que fue elaborado entre los años 1512 y 1516 está formado por 9 paneles siendo el más conocido su tabla central. Las escenas que contiene son de una intensidad dramática poco común podría decirse excepcional para su época porque no está excluida de esta obra la fantasía en lo que la acerca al Bosco ni cierto manierismo que hace de este artista un genio aislado e inclasificable.
San Erasmo y San Mauricio
Este gran cuadro mide 226 cm de alto, y 176 cm. de ancho es de la primera mitad de los años 1520 se encuentra en la Alte Pinakothek de Múnich.  En el otro santo lo representan como un guerrero con armadura y piel oscura que era el comandante tebano que se negó a participar en ritos pagano cuya armadura de Mauricio está representada con gran detalle que es plateada y lleva piedras preciosas en las orlas por lo que contribuye a darle un aspecto suntuoso y en ambas figuras parecen estatuas policromadas del menor tamaño de las figuras en segundo plano consiguen dan
En el primer plano de este cuadro están representados dos santos: san Erasmo y san Mauricio por lo que aparece representado, en la parte izquierda del cuadro con la mitra obispal. Grünewald le dio los rasgos de Alberto II de Brandemburgo margrave de Brandemburgo (1490-1545). Aquí viste con una casulla muy detallada que junto a la armadura del otro santo,


CRANACH LUCAS

Las obras de carácter  religioso destacan por su composición abigarrada, por la capacidad de Cranach en la modulación de las escenas, así como por su intensidad cromática. Destacable es, también, la calidad de sus retratos, entre ellos los de Federico el Sabio, Margarita de Austria, Philipp Melanchthon o Martín Lutero, y que nos dan en su vivacidad todo un fresco de la época. Cranach llegaría a ser amigo de Lutero, e ilustraría su versión de la Biblia (1534).

Lucas Cranach, "el Viejo": Alegoría de la Justicia (1537).



Viendo sus obras, se puede percibir en todas ellas la centralidad de la representación de la carne, del cuerpo humano. Aunque lo que más atrae a nuestra sensibilidad actual son sus representaciones de figuras femeninas, dotadas de una fuerza y energía especiales. Es impresionante el aliento erótico que fluye de las mismas. Incluso cuando se trata de exaltar la pureza y la fidelidad matrimonial, como en el caso de la figura de Lucrecia, el desnudo entre las pieles, el cuello y el pecho descubiertos con joyas, y la mano que sostiene el puñal nos sitúan en ese ámbito para el que Georges Bataille acuñó la fórmula de "las lágrimas de Eros". Una dimensión fetichista aparece claramente en el cuadro que representa a Venus desnuda, pero con un sombrero, frente a un pequeño Amor también desnudo. Adán y Eva (hacia 1510), La Ninfa de la fuente (1537) y, sobre todo, la Alegoría de la Justicia (1537), expresan la exaltación del cuerpo desnudo, especialmente del femenino, en una vertiente de acusada sensualidad.


BALDUNG GRIEN

En España tenemos la suerte de poder disfrutar en vivo de algunas de sus obras. El Museo del Prado, por ejemplo, posee algunas de estas pinturas de temática macabra:Las edades y la muerte  
  (1539) y Las tres gracias o la Armonía (1540); estas pinturas (sobre estas líneas), que van emparejadas, aluden al concepto de Vanitas, a la fugacidad de la vida y las cosas terrenales, al paso inexorable del tiempo y la imposibilidad de escapar al destino de la muerte. A pesar de todo, en estas dos obras que fueron propiedad de Felipe II, aparece también otro elemento presente en buena parte de la producción de Baldung: un marcado erotismo. Otro museo madrileño, el Thyssen, alberga también otras dos obras del pintor y grabador: Adán y Eva (1531) y Retrato de una dama (1530).
Otras de sus pinturas, como El caballero, la joven y la muerte (1505), Eva, la serpiente y la muerte (1510), La muerte y la doncella (1518-20) o Las siete edades de la mujer también reúnen características similares: de nuevo la presencia del erotismo, lo macabro y la preocupación por la brevedad y fugacidad de la vida.
Algunos de estos elementos se repiten en sus grabados, en los que abundan los trabajos sobre brujería. Una de las obras más llamativas es Sabbat de las brujas (1510), en la que aparecen representadas varias adoradoras de Satán, acompañadas de algunos de sus atributos: las horquillas y palos (supuestos métodos de transportes), las cabra sobre la que vuela una de ellas, la ofrenda diabólica que sostiene sobre su cabeza una de las brujas o la vasija con una inscripción indescifrable. También son buenos ejemplos de esta creación brujeril Saliendo hacia el Sabbat (expuesto en la Albertina) o Tres brujas (1514).


HOLBEIN HANS

El cristo muerto en la tumba
La pintura es bastante realista ya que se representan las heridas en el torso, manos y pies. Se las representa como carne muerta en etapa de putrefacción. Su cuerpo aparece como alargado y demacrado mientras que los ojos y la boca están abiertos. La pintura realizada en aceite y temperatura en la madera de tilo. La obra muestra a tamaño natural la grotesca representación del cuerpo alargado y delgado de Jesús que yace en la tumba. Con esta pintura quiere mostrar el sufrido destino que padeció Cristo. Este artista quebranta el realismo al pintar el cabello del cristo de una forma real como si fuese a salir de la pintura.

Retrato de la familia Moro
Se puede notar que en centro se encuentran los jefes de familia y a sus alrededores se podría decir que, hijos, sobrinos, primos .Este es un retrato preparatorio para el retrato de la familia Thomas More, en este retrato se observa a la familia reunida. En el suelo se encuentran las mujeres que parecería que están tejiendo.

Chimenea pieza de diseño
En esta pintura se puede observar el diseño de una chimenea. Se puede decir que esto fue realizada con pluma y tinta de color negro con gris, azul, rojo y lavado al papel. En la pintura se puede observar en el centro un escudo el cual significaría que el artista diseñaba esta chimenea para algún rey o alguien de la alta sociedad, en la repisa de la chimenea incorpora escenas de batalla y redondeles de justicia ciega a la derecha la imagen de dos mujeres. Esta compuesta por bastantes detalles en especial de guerra. Las bases de las columnas también se encuentran adornadas y se puede observar que era una gran obra a realizarse.



PIETER BRUEGHEL

El triunfo de la muerte
Es una panorámica de la muerte: vemos el cielo oscurecido por el humo de las ciudades ardiendo, al fondo un mar plagado de naufragios; a la orilla hay una casa, alrededor de la cual se agrupa un ejército de muertos. El paisaje, anodino y arrasado, nos habla de la pequeñez, crueldad y falta de sentido común del hombre, que pretende cambiar un destino impuesto. Por todas partes son atacados los desamparados hombres; aterrorizados huyen o intentan en vano luchar. No hay defensa posible, los esqueletos matan de muy variadas maneras: cortando gargantas, colgándolos, ahogándolos, e incluso cazándolos con perros esqueléticos. Se alzan mástiles coronados por ruedas, picotas en las que se ajusticia a criminales.

La cosecha
Es una obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo, perteneciente al ciclo de seis obras sobre los «Meses» del año. Representa el verano o los meses de agosto y septiembre. Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1565. Mide 118 cm de alto y 161 cm de ancho. Se exhibe actualmente en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, Estados Unidos, donde se exhibe con el título inglés de The Harvesters.
De esta misma serie sobre los meses quedan otras cuatro pinturas, todas ellas del año 1565:
Día triste, Día nublado o El día sombrío (febrero-marzo), Museo de Historia del Arte de Viena
La siega del heno (junio-julio), Museo Nacional, Praga
El regreso de la manada (octubre-noviembre), Museo de Historia del Arte de Viena
Los cazadores en la nieve (diciembre-enero), Museo de Historia del Arte de Viena

Censo de belén

Es una obra del pintor flamenco Pieter Brueghel el Viejo. Es un óleo sobre tabla, pintado en el año 1566. Mide 115,3 cm de alto y 164,5 cm de ancho. Se exhibe actualmente en los Museos reales de Bellas Artes de Bélgica de Bruselas, Bélgica.
El tema del empadronamiento en Belén, derivado del censo decretado por el emperador Augusto, y descrito en el Evangelio según san Lucas, no es muy frecuente en el arte. En este caso le sirve al artista para pintar un paisaje nevado propio del Brabante.

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