sábado, 10 de noviembre de 2012

REALISMO


REALISMO

El realismo surge después de la revolución francesa de 1848. El desencanto por los fracasos revolucionarios hace que el arte abandone los temas políticos y se concentre en temas sociales. La industrialización determinó la desaparición del artesanado y la formación de una numerosa población obrera acumulada en los centros urbanos. Con ello, las condiciones de vida económica y social sufren una alteración profundísima, que se refleja en las ideologías. Los artistas toman conciencia de los terribles problemas sociales como el trabajo de niños y mujeres, los horarios excesivos, las viviendas insalubres y consideran que deben denunciar estas lacras.
Mientras Augusto Compte elaboraba la filosofía del Positivismo, quien estima que la única fuente de conocimiento es la observación y la experiencia, tenían lugar una serie de descubrimientos científicos que fomentaron la formulación de una doctrina optimista, la del progreso social. En vez de soñar con la mejoría de la vida, hay que especular partiendo de la realidad. El hombre es representado en sus tareas normales y el tema de la fatiga se convierte en motivo de inspiración.

PINTURA




En las décadas centrales del S. XIX, el Romanticismo y su idealización de la historia, de la sociedad y sobre todo de la naturaleza, cuyo tratamiento era un motivo de evasión, deja paso a una corriente que se interesa por la realidad.
Las pinturas de Gustave Courbet (1819-1877) suscitaron enormes polémicas por su selección de temas vulgares como Un entierro en Ornans (1849) y por sus ideas pragmáticas sobre el arte. Ornans es su pueblo natal. Este entierro es una de las obras en las que más claramente aparece una manera nueva de ver la realidad. El tema se podía haber tratado solemnemente, pero lo hace de forma peculiar, es un cuadro desolador. Se trata de un entierro en un pueblo al que asisten los aldeanos y el clero y apenas hay diferencias entre ellos, en un intento de hacer crítica. Al contrario que en los cuadros que representan entierros y en los que está presente lo religioso invocando el más allá, aquí todo es deprimente, no se espera ni se cree nada.
Una de sus obras más significativas, que denotan el modo de ser del autor, es El Taller (1855). Aquel año, no siendo admitido por el jurado en el Salón, inauguró una exposición particular paralela a la Exposición Universal y allí exhibió su enorme lienzo. En el cuadro resume su mundo social. Courbet aparece en el centro dando los últimos retoques a un paisaje de su tierra natal, un muchacho mira como pinta y detrás del artista está su musa, un bello desnudo de mujer que personifica sus modelos vivientes. A la derecha, sus amigos, los artistas, y a la izquierda, los miserables y quienes viven explotando su miseria.
Otras obras son Buenos días, señor Courbet (1854), Jóvenes a orillas del Sena (1856-57), La Siesta (1866), Mujer en las olas (1866), Las Bañistas (1853). Cultivó el desnudo femenino con gran libertad e incluso a veces con total impudor. Su trayectoria artística se mezcla con su actividad política, llegando a ser director de Bellas Artes durante el periodo de La Commune de 1871. Al término de esta experiencia revolucionaria tuvo que exiliarse en Suiza, donde falleció en 1877.
Realismo frente a romanticismo y academicismo
Ya desde épocas anteriores se apreciaba un cansancio de los valores románticos y el deseo, entre los artistas más inquietos, de incorporar las experiencias más directas y objetivas en sus obras. El proceso es gradual aunque rápido, y entre el romanticismo pictórico y el realismo se establece una continuidad, sin embargo sus planteamientos ideológicos y formales serán muy distintos. También se establece una relación compleja entre el realismo y el academicismo de la pintura neoclásico, debido a que todavía existe entre los dos una competencia evidente. También es cierto que se influyen mutuamente. Así, aunque los pintores realistas sean excluidos de las grandes muestras oficiales, la pintura académica evidenciara una atención mayor hacia la observación directa de la naturaleza y la realidad del momento.
Realismo frente a impresionismo: Manet
Lo fluido de la transición entre ambos movimientos quedó ejemplificada con la trayectoria artística de Edouard Manet, el precursor del impresionismo, que en realidad no respondía a las convenciones técnicas del tratamiento de la luz y el color de los impresionistas.

Realismo en otros países

Es problemática la aplicación de la etiqueta realista a los pintores de otras escuelas nacionales. La mayor parte de las veces se hace con criterios cronológicos, para englobar a los pintores de mediados del siglo XIX, aun cuando se incurra en la impropiedad de incluir a autores cuya obra se sitúa en la ortodoxia academicista  del neoclasicismo o en la tradición romántica .

Inglaterra: pintura victoriana

 

El amplio periodo denominado época victoriana (1837-1901) presenció muy diferentes estilos en la pintura bbritánica. La vertiente más conservadora o academicista estuvo representada por la Royal Academy , pero se dieron todo tipo de variantes, como las fantasiosas reconstrucciones de la antigüedad de Lawrence Alma Tadema. Entre las opciones más rupturistas, estimuladas por las reflexiones teóricas de John Ruskin, estuvo el movimiento Arts and Crafts.





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